viernes, 1 de octubre de 2010

1984

Sin duda, una de las mejores obras, en mi consideración, de la literatura mundial. George Orwell, pseudónimo de Sir Arthur Blair, fue uno de los grandes escritores de la literatura anglosajona de la primera mitad del siglo XX.

Fue un estupendo escritor que supo plasmar con enorme sensibilidad  y talento la posibilidad de la existencia de un totalitarismo en una sociedad idílica.

1984 es el cierre de una trilogía compuesta por Homenaje a Cataluña y Rebelión en la Granja. Trata en ellas temas tan hondos como los totalitarismos, la propaganda política y la lucha de individuos que intentan sobrevivir en un mundo caótico del que no pueden salir.

1984 es una obra en la que un sistema dictatorial, totalitario, se ha hecho con el control absoluto de todo. Nada queda a la deriva. El Estado, o mejor dicho, el Partido político único en el poder, controla todo el país por medio de Ministerios dedicados a actividades tan particulares como el Ministerio del Amor. Una sociedad donde el control ideológico es inmenso, donde los medios de información obedecen las directrices del Partido. El totalitarismo se ve obligado a crear un enemigo común a la Nación, una forma de demostrar que el País debe estar protegido para evitar que ese enemigo ficticio, inventado, pueda invadir y atacar Oceanía (nombre que recibe Reino Unido en la Obra)

 Las telepantallas juegan un papel fundamental en su obra. La ciudad, las calles, los comercios, las tabernas, e incluso las casas privadas de las personas disponen de cámaras a través de las cuales el Estado lo vigila, lo controla todo: EL GRAN HERMANO TE VIGILA (de ahí el famoso Reality Show que tanta "fama" ha alcanzado en el mundo entero).

La obra, a mi juicio, pretende ser una utopía a lo que pueda llegar a ocurrir en un futuro en cualquier sociedad. El totalitarismo, ya sea de derechas (nazismo o fascismo) o de izquierdas (estalinismo) supone una regresión total a los derechos inalienables de todo ser humano, supone un fracaso enorme ante los avances que desde la antigüedad romana venía haciéndose por parte de los plebeyos, supone el fin de la libertad por el de la esclavitud. Un mundo sin libertad, es un mundo sin razón, un mundo controlado en el que la capacidad del individuo se esfuma por la de un colectivo que presenta una soga ardiente al cuello, y que cuanto más intenta evitar, más acaba de estrangular.




Si el líder dice de tal evento esto no ocurrió, pues no ocurrió. Si dice que dos y dos son cinco, pues dos y dos son cinco. Esta perspectiva me preocupa mucho más que las bombas, George Orwell.






2 comentarios:

  1. Bien Rubén, veo que tus entradas y publicaciones han variado bastante desde el formato inicial, continuare viendo tu evolucion y siendo un gran admirador de tu trabajo, ánimo y que vaya todo bien!

    -A-

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  2. En mi opinión la libertad sólo se puede alcanzar desde la educación y el conocimiento.... sólo sabiendo que 2+2=4 y no 5, podemos ser capaces de juzgar objetivamente lo que cualquier líder quiera transmitir.

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