jueves, 19 de diciembre de 2013

Del descubrimiento de Junípero en mi vida.


     Parecía un día normal, pero pronto iba a dejar de parecerlo. Salía yo de mi casa pronto, más bien prontísimo. Cerca de las 7.30 de la mañana. Y sí. Es lo que parece. Estáis en lo cierto. Soy de esas personas a las que no les gusta madrugar. Me dirigí entonces al colegio, a cumplir con mi destacado trabajo. El día estaba nublado, y las nubes no dejaban de entaponar el bello azul del cielo.

     Tras mi primera hora de trabajo, me marché a la biblioteca de la Plaza de la Virgen de Valencia. Una hermosa biblioteca dotada de una enorme y clásica estantería de madera dotada de cientos de libros. El techo estaba decorado con un fresco gigantesco que venía a hablar de la gloria valenciana. La gloria pasada, claro. En la que vivíamos con menos, seguro; pero con personas más honorables y justas que las de ahora. Y es que antes no había tanto para meter la mano. Quina honorabilitat tenen els nostres representants hui en dia, veritat? Y seguimos igual. Aquel día no me tocaba seguir estudiando inglés. Y es que el día anterior había hecho mi primer examen oficial de la escuela de idiomas de inglés. Y sí. Había sido una auténtica mierda. Un desastre vamos. Peor que las aventuras de Mr Bean....

jueves, 1 de agosto de 2013

EL SEÑOR DE LOS CAMINOS. LA COMUNIDAD DEL CAMINO.

     Llamadme Ratón,

 He aquí que un día, tras múltiples intentos fallidos, se decidió y tomó la decisión de realizar una aventura inolvidable. Era un camino difícil, duro y pedregoso, en el que a veces había de caminar más el alma que los mismos pies. Un camino de sombras y de luces, de pensamiento interior y de diálogo. Y es que, en verdad os digo, que se camina solo. Porque es connatural al ser humano, la soledad. Es la metafísica de la vida, que se encarna en espiritualismo en cada paso que damos. Cada tropiezo. Cada dolor. Cada caída. Posiblemente no seamos más que minúsculas partículas de un todo, de un universo (quizá infinito), que se mueven materialmente por su mundo. Naturaleza pura. Perfecta. Ni más ni menos. Pero queda, no obstante, el orgullo de sentir, de amar y de creer. El sentido de la vida. Y el de la victoria.

Albergue de Outeiro, Vedra.
Sonó el despertador, y nos pusimos en marcha. Todavía era temprano, pero la ilusión que despertaba dentro de nosotros era tan grande que ni el sueño ni nada podía menguar en nuestro ánimo. Calzamos nuestras botas, y cargamos nuestras mochilas. Tomamos un suave desayuno y marchamos para coger el AVE. The fellowship of the way estaba preparada. Algunos compañeros ya nos esperaban en la estación de trenes. Kiwi y Nobel estaban haciendo tiempo. Cuando llegamos, los encontramos tomando un café. Llegábamos tarde, pero estábamos preparados. El viaje de la comunidad empezaba.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Rompiendo paradigmas...



Hubo un tiempo en que alguien dijo que las reglas estaban para infringirlas. Y no hablo, en modo alguno, de violencia ni de enfrentamiento. Hablo simplemente, y con total inocencia, de cambio. De diferencias. ¿Y porqué no? ¿Porqué no pensar en ideas diferentes, motivadas por nuestra propia forma de pensar, por nuestra particular idea de las cosas?
Estamos agotados. Los padres que ven a sus hijos crecer en las mismas lógicas y perfecciones en las que ellos han sido educados; los hijos que vemos a nuestros padres, y queremos ser y crecer como ellos desde pequeños. Es la materialización de los tiempos. La eternidad de lo continuo. Lo lineal. Todo ha de tener su sentido. El sentido final, y por desgracia fatídico, de las cosas.
Pero hay que romper barreras. Fronteras psicológicas del pensamiento. Que no dejan de abrumarnos, y de ser molestas. ¿Y nos mirarán? Seguro que sí. No lo dudéis en absoluto. Pero qué mejor manera de aprender en la vida que a través de la diferencia. Es lo que nos hace humanos, y ciertamente únicos. Es necesario.